Hace calor, y se te sube a las mejillas ese color rojizo que no sabes si has corrido la maratón de Nueva York; o que tienes tanta vergüenza que te meterías en el culo un guarro. O incluso estás algo piripi… eso es tener chapas.
Hace calor, y se te sube a las mejillas ese color rojizo que no sabes si has corrido la maratón de Nueva York; o que tienes tanta vergüenza que te meterías en el culo un guarro. O incluso estás algo piripi… eso es tener chapas.